Después de todo, los ordenadores se rompen y las relaciones se terminan.
Lo mejor que podemos hacer es (re)INICIAR y respirar.
Tantos caminos, tantos desvíos, tantas opciones, tantos errores...
Nadie desayuna con diamantes y, nadie vive romances inolvidables.
¡BIENVENID@ A LA ERA DE LA PÉRDIDA DE LA INOCENCIA!